UNIVERSIDAD DE SONORA:
80 Años iluminando a la sociedad

DESDE EL AULA

El 1 de octubre de 1942, la Universidad de Sonora abrió sus aulas a la juventud estudiosa de la entidad y del noroeste del país: en esa fecha comenzaron de manera formal las clases en las escuelas Secundaria, Preparatoria y Normal. La matrícula inicial fue de 326 estudiantes, la mayoría concentrados en la Escuela Secundaria.

Si bien la Universidad de Sonora empezó sus actividades académicas sin ofrecer educación superior, uno de sus compromisos era estar estrechamente ligada a las necesidades de la región, por lo que a menos de dos años después de su inauguración surgieron las carreras técnicas de la Escuela Superior de Comercio y la de Enfermería, y no fue sino hasta 1948 cuando se creó la primera carrera propiamente universitaria: Ingeniería Civil —que inició con tan solo seis alumnos—, precursora de un amplio catálogo de opciones que hoy incluyen 65 licenciaturas y 55 posgrados.

Paulatinamente fueron surgiendo las diversas carreras universitarias que el estado requería para su desarrollo y, con ello, se aceleró el crecimiento en infraestructura física, se fue transformando el ámbito educativo del estado y delineando, a su vez, una nueva ciudad capital con mayor impacto en el devenir de la sociedad sonorense.

Igualmente se abrieron campus en otras ciudades de la entidad, con lo que se ratificó el enfoque social que le dio vida a la institución, pues desde su nacimiento estaba destinada a convertirse en la gran palanca de movilidad social y de transformación.

Nuestros orígenes nos brindan el contexto para reafirmar el sentido de pertenencia e identidad, y orgullo institucional. De 1942 a la fecha, la máxima casa de estudios de la entidad ha crecido con visión de futuro, teniendo como base los diferentes marcos legales que le han señalado la ruta a seguir en diversas épocas, y esa es la razón por la que la aportación universitaria ha impactado no sólo en la formación integral de sus estudiantes, la preparación de sus académicos/as y la labor en equipo de sus trabajadores/as administrativos y de servicios, sino también en la construcción de una ciudadanía que se beneficia con la generación de conocimientos y de propuestas de solución que permanentemente ofrece la comunidad universitaria a la problemática local, regional y nacional.

Así, lo que hoy es y representa la Universidad de Sonora en el contexto educativo se debe al esfuerzo, dedicación y trabajo del recurso humano que la conforma, que con empeño y dedicación construye, en el día a día, el destino de nuestra alma mater, a la vez que busca promover el desarrollo científico, social y humanístico del entorno.

80 AÑOS ES TODA UNA VIDA

Universidad de Sonora

En ese largo camino la Universidad de Sonora ha marcado su impronta en el devenir de la entidad, porque desde siempre han convivido en la máxima casa de estudios del estado los sueños de los/as precursores/as, la esperanza de los/as fundadores/as, la dedicación de los/as académicos/as, el esfuerzo de miles de estudiantes y el orgullo de las figuras de liderazgo familiar que ven en sus descendientes el luminoso lema universitario: “El saber de mis hijos hará mi grandeza”.

Nuestra historia es un libro abierto a toda la sociedad, y ha generado pautas a seguir en todas las disciplinas. Los frutos que obtenemos por nuestro trabajo no sólo se representan en los/as centenares de egresados/as que cada año se suman al sector productivo regional, sino también en la generación de conocimiento y en el desarrollo científico, social y humanístico de nuestro entorno; además de iniciativas que se han convertido en políticas públicas en beneficio de la ciudadanía y de las propias instituciones.

Somos y seguiremos siendo la máxima casa de estudios de Sonora porque así es su origen y de ese tamaño es el reto que enfrentamos año con año, cuando las y los jóvenes sonorenses deben decidir el rumbo de su vida y la Universidad asume nuevos compromisos para responder a los objetivos para los cuales fuimos creados. Cada campus tiene una importante área de influencia y abraza las aspiraciones de las y los jóvenes que anhelan acceder a la educación superior en cada región de la entidad. Tocan a nuestra puerta y los atendemos como el primer día porque la nuestra es una institución que todo lo ilumina.

La Universidad de Sonora ha evolucionado gracias al rápido crecimiento y expansión de sus funciones sustantivas, y a su presencia en las diferentes regiones del estado; además, por ser motor de desarrollo y vinculación social y por la calidad y empuje de sus egresados/as. Nada habla mejor de una institución de educación superior que la excelencia de sus graduados/as y su solidaridad con todos los estratos de la población, particularmente con los más necesitados.

Este es el sello que distingue a quienes se forman en nuestras aulas. Es nuestra más generosa tarjeta de presentación ante el futuro porque todos/as somos Universidad. Debemos reconocer que ha sido un compromiso y un reto constante para la Universidad garantizar que los procesos de enseñanza-aprendizaje en los que estamos inmersos, se generen bajo criterios de calidad y pertinencia. En este sentido, los esfuerzos institucionales han estado encaminados a consolidar la calidad de nuestra oferta educativa.

Somos la universidad mejor ubicada estratégicamente en el estado, conformada por tres unidades regionales con sus respectivos campus, distribuidos a lo largo de la geografía sonorense: la Unidad Regional Centro, con sede en Hermosillo; a la que se sumaron luego el campus en Santa Ana (la primera extensión, fundada el 12 de octubre de 1963), Caborca (1978) y Nogales (2004), que conforman la Unidad Regional Norte; así como el campus de la Unidad Regional Sur, en Navojoa (1964). El campus Cajeme nació en 2010 y pertenece a la Unidad Regional Centro por ser una unidad académica con oferta de licenciaturas relacionadas con el sector salud, dependientes de la División de Ciencias Biológicas y de la Salud, ubicada en Hermosillo.

ARTE, CIENCIA Y CULTURA

muestras

Somos ejemplo a nivel nacional respecto al número y calidad de los programas de movilidad e intercambio académico, que les brindan a nuestros/as alumnos/as mayores oportunidades de crecimiento y superación personal y profesional, no sólo con otras instituciones del país, sino con nuestros pares educativos a nivel internacional. Los programas de doble titulación con universidades de prestigio internacional son una realidad que facilita y prestigia el desempeño profesional de aquellos alumnos que optan por esta alternativa.

Los avances de la ciencia y la tecnología, así como las ciencias sociales y humanísticas, encontraron en nuestra institución el ambiente propicio para florecer e influir el devenir de nuestra institución al generar la necesidad de contar con un nuevo perfil de la planta docente que respondiera a los nuevos esquemas de enseñanza aprendizaje y a las necesidades socioeconómicas y culturales propias de nuestra región.

Igualmente, la cultura y las bellas artes encontraron, inicialmente en los espacios del Museo y Biblioteca, y del Centro de las Artes después, a una comunidad ávida de experimentar el placer de la música y la danza, el arte escénico, la pintura y la escultura, actividades que tanto prestigio han dado a nuestra alma mater.

Somos orgullosamente la institución promotora por excelencia de la actividad cultural y artística que se desarrolla en la entidad y la única institución de educación superior del estado que marca las pautas en la generación y enseñanza a nivel profesional de la cultura y el arte.

Somos la universidad con mayor matrícula y cobertura en el estado de Sonora. Si en 1942 eran sólo 326 jóvenes los que conformaban la población estudiantil de la Universidad, hoy contamos con una población de 44,363 alumnos inscritos en alguno de los 120 programas educativos que ofrece la institución.

EL LEGADO DE LA UNISON

Los avances obtenidos en los últimos años, le han brindado a la institución una cantidad considerable de reconocimientos de diversa índole, tanto nacional como internacional. De ellos, mención especial nos merece el reconocimiento que el Congreso del Estado hiciera, en diciembre de 2010, de inscribir con letras doradas el nombre de la Universidad de Sonora en la pared de honor de la Sala de Plenos del recinto legislativo, “por sus aportaciones históricas y como un homenaje al legado que nuestra institución educativa ha dejado al pueblo sonorense”.

La Universidad de Sonora cumple 80 años de vida, y lo hace precedida de un legado de conocimiento y un amplio reconocimiento social. De ello damos fe las más de 200,000 personas que en alguna etapa de nuestra vida fuimos estudiantes de esta noble institución y los más de 100 mil egresados que nos proclamamos orgullosamente como búhos universitarios.

El amor por la Universidad nos empuja a asumirnos como agentes de cambio capaces de compartir el conocimiento adquirido y sumar talentos personales y profesionales para contribuir desde nuestros respectivos ámbitos de competencia al desarrollo sustentable de nuestro estado y teniendo siempre presente el México que queremos ayudar a construir. Ante este panorama, nuestra casa de estudios reafirma su compromiso social, su vocación y decisión de seguir contribuyendo, a la par que lo hacen todas las instituciones educativas hermanas del estado, a que sigamos siendo ejemplo a nivel nacional para responder juntos a las demandas de educación superior de calidad y pertinencia que exige nuestra sociedad, y ayudar a construir el país justo y equitativo al que todos/as tenemos derecho y que motivó, entre otras razones, la fundación de esta casa de estudios. La Universidad de todos/as.

  • 3,101 estudiantes se ubican en 65 programas de licenciatura.

  • 1,075 cursan alguno de los 55 programas de posgrado.

  • 9,218 acuden a cursos de idiomas.

  • 969 complementan su formación en 4 academias de arte.

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