Denali: La capacidad de hacer música sin límites

DENALI RAPHAEL PAYÁN MOLINA

Descripción de foto: Denali tocando el teclado

Una sonrisa espontánea ilumina su rostro apenas escucha el sonido del piano que surge cuando sus manitas van de una tecla a otra y de un botón a otro. Denali Raphael Payán Molina tiene doce años, nació con retinopatía del prematuro, tiene una discapacidad visual que no le impide en nada hacer lo que más disfruta: tocar el piano. “Voy a ser un D.J. Voy a ser un gran músico”, dice con gran convicción.

Denali participó en la convocatoria para la integración del Cabildo Infantil 2022, organizado por el H. Ayuntamiento de Hermosillo, a invitación de su maestra de comunicación en el Instituto Iris donde actualmente cursa el quinto año de primaria.

Recibe a Ciudadanía Sonora en su casa acompañado de su madre Elodia Sarahí Molina Jara, quien nos platica que Denali fue prematuro, nació con una enfermedad ocular en ambos ojos. Pero nuestro pequeño entrevistado quiere hablar de sus planes a futuro. “Yo uso como mi otro ojo el bastón, es mi guía. Cuando sea grande voy a tener un perro guía también, un labrador, los labradores son perros muy inteligentes, también los perros akitas”.

LA MÚSICA ES SENSIBILIDAD UNIVERSAL

Gusta de nadar, tocar la batería, su materia favorita es ciencias naturales y le preocupa el calentamiento global, pero lo que más disfruta es tocar el piano. Su mamá nos agrega sobre la sensibilidad musical de su retoño que “con el ojo derecho puede ver la luz; desde que era bebé, sonaba la música y con sus manitas tocaba. Estaba en la silla de bebé y siempre le agarraba el ritmo a lo que oía”.

Cuando tenía tres años y medio, su abuelo le compró su primer teclado y ahí empezó. Practicaba por largo rato, llegaba de la escuela, se quedaba tres, cuatro horas tocando, dice su madre y Denali remata: aprendí solito.

En la charla, nuestro amiguito habla un poco de todo, pasa de exigencias generales a sus hobbies: pide que paren de cortar árboles porque hacen falta para oxigenar el planeta. “La pandemia representó un problema muy frustrante para mí. Uso el piano como un aparato de D.J. me gusta mucho la música electrónica”.

Su participación en el cabildo infantil fue una experiencia muy emotiva, “estuve muy contento, me emocioné demasiado”

Cabildo Infantil

Nos enseña que su discapacidad no lo limita para hacer lo que más le gusta que es tocar el piano o nadar, pero tampoco para su día a día. “Es un niño desenvuelto, muy curioso que todo quiere saber. Nada le da pena, a veces se frustra, pero yo le digo que él es como cualquier otro niño. Tiene una discapacidad por lo que puede batallar un poquito para hacer las cosas, pero lo puede lograr. Siempre le digo que él puede hacer lo que quiera, que todo lo va lograr. Yo no sé cuánto tiempo voy a vivir, él tiene que ser independiente lo más que pueda”, nos dice su mamá.

ADELANTADO EN EL ASUNTO DE CUMPLIR EL SUEÑO

Denali está en todo, complementa el comentario mencionando anteriormente de que el Instituto Iris en el que cursa el quinto año es una escuela para ciegos, y de diferentes discapacidades como autistas, y agrega “aunque también van niños normo visuales”.

Su mamá coincide que su pasatiempo es estar tocando y escuchando música, más música electrónica en inglés, sabe mucho de géneros de música que yo ni sabía que existen, se entretiene con la Alexa, preguntándole cosas, porque como le digo, es muy curioso”.

En las presentaciones que se hacen cada diciembre en su escuela, no puede faltar la presencia de Denali tocando su teclado, ambientando y contagiando a todos con su gran sonrisa.

  • La música desbloquea miedos y reduce la ansiedad.
  • La música favorece la capacidad de comunicación, la expresión oral y la transmisión de sentimientos.


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