Promoveremos en el nivel estatal una campaña educativa que llegue a todas las escuelas de todos los niveles, con el propósito de dar a conocer las consecuencias del alcoholismo y la farmacodependencia, la sintomatología de quienes han caído ya en sus redes y la forma de liberarse de ellas.

Estableceremos clínicas de rehabilitación a las cuales pueda recurrir la persona que desee liberarse de la adicción.

Promoveremos a nivel estatal la integración y funcionamiento de grupos juveniles con programas formativos, como pueden ser los exploradores, círculos de estudio y todo tipo de clubes ecológicos, deportivos, culturales y sociales, así como talleres de trabajo juvenil y grupos de ayuda comunitaria.

Estableceremos centros de rehabilitación especiales para delincuentes cuyas faltas estén relacionadas con la salud y la drogadicción.

Impulsaremos el desarrollo integral del medio rural, para desalentar el cultivo de estupefacientes.

Promoveremos las medidas necesarias para reducir al mínimo posible la publicidad de bebidas alcohólicas, obstaculizando toda propaganda que relacione al alcohol con el deporte y la juventud.

Tomando en cuenta que este es un fenómeno que, al igual que la inseguridad, obedece a múltiples factores, dentro de los cuales aparece en forma preponderante el desempleo, estamos ciertos que nuestro programa en materia de educación destacadamente, salud, atención a la mujer y fomento al deporte, así como nuestra propuesta de política de empleo, traerán aparejado una disminución considerable de este cáncer social.