Promoveremos la consolidación y el alcance de un federalismo hacendario, en el que la Federación sólo conserve los recursos necesarios para realizar sus competencias exclusivas.       

        Buscaremos pasar del actual Sistema de Coordinación Fiscal a un Pacto de Coordinación Hacendaría que otorgue facultades a los estados en materia financiera y tributaria y permita a los poderes locales determinar el rumbo de la política económica de sus estados.

        Permitiremos a nuestro estado asumir plena responsabilidad sobre sus déficits fiscales y abrir opciones de contratación en materia de deuda con criterios responsables y claros.

        Crearemos el Fondo de Contingencia Estatal, registrado anualmente en el presupuesto estatal de modo que ante la eventualidad de desastres naturales, el estado tenga plan y recursos de acción para actuar con oportunidad en auxilio y reconstrucción de las localidades afectadas, además de evitar la práctica vergonzosa de utilizar la ayuda como instrumento político electoral.

        Impulsaremos la modernización integral de la estructura orgánica, normatividad y procesos administrativos de gobierno estatal y municipales, mediante programas de capacitación y profesionalización de los servidores públicos y con la incorporación de sistemas y tecnologías de soporte.

        Estableceremos incentivos que premien el esfuerzo fiscal de los municipios y los estados.

        Promoveremos el fortalecimiento del ingreso del estado y municipios, a través del aumento en el porcentaje de impuestos federales. El porcentaje que propondremos para la primera década del nuevo siglo es el siguiente: Federación 50 por ciento, 30 por ciento a los estados y 20 por ciento restante a los municipios y se definirán con claridad las relaciones entre gobierno estatal y cabildos.

        Otorgaremos las facilidades que sean necesarias para que el estado pueda construir un Sistema Estatal de Coordinación Fiscal, en el que también participarán los municipios.