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En virtud
de que la salud es un recurso indispensable para el
progreso, es menester impulsar esfuerzos que acentúen la
generación de condiciones propicias para la salud, más
que la atención a reacción, que den prioridad a la
medicina preventiva sobre la curativa y que difunda una
cultura sana sobre los hábitos nocivos.
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Combatir la
incidencia de enfermedades transmisibles y limitar la de
las no transmisibles mediante acciones preventivas,
informativas y educativas.
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Promover la
generación de una nueva cultura de salud laboral que
tenga por objetivo reducir los índices de accidentes y
otros factores de riesgo en el trabajo.
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Impulsar la
participación de los profesionales de la medicina en la
toma de decisiones relativas a los cambios que se lleven a
cabo en el sector salud.
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Promover
profundamente la cultura de la maternidad segura y
responsable, rechazando la concepción voluntarista de la
maternidad que promueve el aborto.
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Mejorar la
calidad en el tratamiento de enfermedades en los
hospitales responsables de la medicina asistencial en el
Estado.
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Incluir
programas de educación para la salud en los planes de
estudio de educación básica.
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Coordinar a
los sectores público y privado en la prestación de los
servicios médicos a todos los habitantes del Estado.
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Instrumentar
programas de medicina deportiva y de nutrición en las
escuelas de educación básica, media y media superior.
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Fortalecer
los programas de investigación científica en torno a la
salud a fin de encontrar los instrumentos más adecuados
para prevenir y combatir las enfermedades.
