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Fortalecer
el sistema de pensiones y fondos de retiro, a fin de que
se convierta en el mecanismo que garantice la obtención
de ingresos suficientes a las personas de la tercera edad,
para que lleven una vida digna sin la presión que el tema
económico representa para este sector de la población.
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Las
instituciones de seguridad social habrán de instrumentar
mecanismos accesorios para dar una mejor atención a las
personas de la tercera edad, en cuanto a los cuidados
especiales que requiera la condición de salud de los
ancianos.
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Promover la
existencia de oportunidades de empleo para las personas
mayores de 60 años de acuerdo a sus capacidades y
aptitudes físicas e intelectuales.
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Instaurar
mecanismos de apoyo y estímulos fiscales a las
instituciones y empresas privadas que instrumenten medidas
tendientes a mejorar las condiciones laborales y
materiales de las personas de la tercera edad.
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Promover
la creación de clubes y centros culturales de la tercera
edad.
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Vigilar que
los centros de atención o asilos de ancianos tanto
pertenecientes al sector público como privado, reúnan
los requerimientos necesarios para que las personas de la
tercera edad mantengan condiciones de vida y de atención
digna.
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Es preciso
que en Sonora se atiendan los dispositivos de la
Declaración de Viena sobre derechos de los ancianos,
tales como el derecho a la asistencia física, económica
y social, al acceso a la cultura y la comunicación, y al
respeto a su libertad y a su dignidad.